miércoles, 24 de marzo de 2010

El medieval ya termino.

Ante las iniciativas de "exhortar" a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a que declaré inconstitucionales las reformas sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de menores en el D.F., las mujeres ciudadanas en Querétaro les invitamos a que:

Construyamos un espacio más amplio de dialogo, de escucha y de respeto para todas y todos, un espacio donde quepamos tod@s, l@s diferentes y l@s diversos, pues así es este país: rico en diversidad.El respeto a las creencias religiosas, de cualquier iglesia, siempre son validos; sin embargo éstas no son un marco de referencia para la construcción de leyes.

El Estado es y debe seguir siendo LAICO, recordemos al sr. Benito Juárez. No retrocedamos, el gobierno debe mandar obedeciendo al pueblo; el pueblo somos tod@s, no solamente los católicos, sino también los laicos, los judíos, las lesbianas, los gays, los pobres, las mujeres, las niñas y niños. Exijamos un gobierno para todas y todos, no sólo para unos cuantos. Respetemos que el gobierno debe gobernar para todos en un marco de Derechos Humanos, NO en un marco cristiano y del pecado.

Señoras y señores vivimos en el siglo XXI, el medieval ya termino.

Las confusiones de la derecha mexicana. Sabina Berman
Estimado presidente del PAN, Norberto Rivera.
Estimado arzobispo de México, Monseñor César Nava.
Muy guapa representante del Vaticano en México, Sor Mariana Gómez del Campo.
Me permito dirigirme a ustedes para aclararles ciertas confusiones que padecen y confunden mucho el debate público.


1. El nuevo derecho de las parejas homosexuales para casarse ante la Ley, por lo pronto sólo en el DF, NO los obliga a ustedes a casarse ni a casarse con alguien de su propio sexo. Ustedes, como cualquier ciudadano en una democracia, pueden seguir sus preferencias eróticas, mientras no dañen a terceros.
2. No es aconsejable que ustedes defiendan con argumentos científicos su convicción de que todos debemos obedecer ciegamente las palabras de Juan Pablo II, porque el papa Juan Pablo II no era darwinista, y nuestra ciencia contemporánea lo es desde hace 150 años.
3. Por favor, ya no metan a los perros en sus argumentos teológicos disfrazados de zoología; y esto por varias razones.
a. Como no le saben, se hacen muchas bolas. Así, el mismo mes oímos al arzobispo de Morelia diciendo que ni los perros se montan uno a otro siendo ambos del mismo sexo, y luego oímos a Esteban Arce decir que sí lo hacen pero atacados de demencia animal, y luego escuchamos al padre Chedraui afirmando que los humanos no son perros, porque los perros sí pueden ser homosexuales y los humanos no deben.
b. Mi perra es lesbiana y merece respeto.
c. Los perros y las perras son de moral sexual abiertísima: amén de que abundan los bisexuales, todos se montan y se frotan aun hasta contra las piernas de sus amos. (¿Cómo se llama eso? ¿Piernastía?) Por eso elijan a otra especie para argumentar contra la laxitud sexual.
4. Ya que para ustedes la zoología es una ciencia remota, les develo el misterio. Existen mil 500 especies donde se da naturalmente la homosexualidad. Sería informativo que visiten en internet el sitio ¿Contra la Naturaleza?, que incluye fotos de estas especies. Ahí uno ve jirafas hembras montándose entre sí desde atrás; leones machos fornicando muy virilmente, primero uno sobre otro y luego el otro sobre el primero; cacatúas rosadas machos ayuntándose mientras baten las alas. (Por cierto que entre estas cacatúas rosadas la homosexualidad es de 44%, lo que se explica acaso por su color: el rosado.) Lo dicho, hasta completar mil 500 especies.
5. ¿En serio esa es la aportación del PAN al siglo XXI? ¿Controlar contra quién cada quién se enamora? ¿Controlar el orgasmo ajeno? ¿Meterse entre las sábanas y entre las piernas ajenas? Ya, amigos panistas, basta: están gobernando; hay problemas reales, no fantasiosos como el daño que le produce a una abuelita en su decencia (¿en qué parte del cuerpo está eso?) el beso de dos señores en la calle. (Hay abuelitas de 30 años, y de ambos sexos: me refiero al espíritu viejo o joven.)
6. Mientras más gente de más tipos y clases se bese en la calle o en sus camas, yo soy más feliz. Lástima que ustedes al revés.
7. El arzobispo Chedraui declaró a la prensa recientemente que un niño se enteró de que su papá era gay y “de inmediato se suicidó”. Señor arzobispo Chedraui: el niño se suicidó por tener en su cabecita historias espantosas como la que usted relata.
8. Premio a la mejor objeción panista a que los gays adopten niños: los niños sufrirán de discriminación (suponemos que a cargo de ustedes, el panismo vuelto curia).
9. Ya, señores y señoras, de veras gobiernen. Planeen algo saludable para el bien común. Hagan crecer el producto interno bruto. Disminuyan la pobreza. ¿Qué tal una mejor educación primaria? Gobiernen, señoras y señores del PAN; para eso viven de nuestros impuestos, no para indignarse con el orgasmo ajeno.
10. ¿Qué país piensan dejarnos para el 2012? ¿Un país fracturado en cuántos pedazos? ¿Cuántos más odios van ustedes a encender?
11. Lo que se promete en una campaña política generalmente se intenta cumplir. Si el candidato Calderón dijo: “respetaré el Estado laico”, era de suponerse que lo respetaría. Lástima, ahora calla y los deja operar a ustedes lo que será la mitad de su legado: el impedimento de las libertades individuales. La otra mitad, una guerra que no cesa.
12. Su encuesta a los ciudadanos del DF intenta probar que la mayoría no aprueba la adopción de hijos por una pareja gay y, por ende, según su lógica, debería anularse la nueva ley que lo permite. Es tan brillante la idea de ustedes, que su encuesta merecía una pregunta más: ¿Votó usted por un legislador del PAN? Ya sabemos la respuesta: muy pocos en el DF votaron por un legislador del PAN. Por ende, y según la lógica de ustedes, debería retirarse del Congreso del DF la minoría panista. ¡Mueran las minorías! (Excepto a la que yo pertenezco.)
13. Oigan, por último: ¿Cuándo se confundieron un partido, el PAN, y una Iglesia, la vaticana? Hoy día uno parece vocero y mano activa de la otra, y viceversa. Las mismas declaraciones, los mismos odios, una sola estrategia. La misma incomprensión de la vida democrática.
14. Relájense. Dejen ser a su prójimo. Ámenlo como a sí mismos. Relájense. Por ahí empieza la vida democrática.



El Correo Ilustrado. La Jornada. Miércoles 3 de febrero de 2010
Matrimonios homosexuales y la Constitución
Señora directora:


Es tiempo de leer las declaraciones como si se tratara de llamadas de atención a propósito de las reformas de la Asamblea del DF, que legalizan el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción, el presidente Felipe Calderón se atuvo a sus conocimientos jurídicos y, el 2 de febrero de 2010 en Tokio, afirmó sin medida ni clemencia: La Constitución de la República habla explícitamente del matrimonio entre el hombre y la mujer, y ahí (en la demanda de inconstitucionalidad de la Procuraduría General de la República) simplemente hay un debate legal que tiene que ser resuelto por la Suprema Corte. Valdría la pena que el Señor Presidente nos proporcionara una fotocopia del ejemplar de la Constitución que usa, porque en el documento que circula su hallazgo explícito no se localiza, no se ve por ningún lado. Se habla de la familia, sin especificar, como quiere ahora el clero y seguramente la PGR, que ésta consta de padre, madre, muchos hijos, nietos y confesor, pero del matrimonio entre hombre y mujer, simplemente no hay registro. Es muy probable que esto se deba al jacobinismo ateo o a la falta de previsión de los constitucionalistas o, quizás también, a que en la Libre de Derecho, de la cual el licenciado Calderón es el jurista más ilustre, se maneja otra Constitución. La que circula en el mundo laico dice lo siguiente en el artículo cuarto: El varón y la mujer son iguales ante la ley. Ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. Y en el artículo primero, en su tercer párrafo se establece: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil, o cualquiera otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. Repetimos: el hombre y la mujer. ¿De dónde se extrae la un tanto peregrina conclusión: la igualdad ante la ley del varón y la mujer es igual al matrimonio del hombre y la mujer?
A ratos, don Felipe se acuerda de que hay cientos de miles de mexicanos con otras preferencias (y otras lecturas, más textuales, de la Constitución, donde no se inventa a pedido el matrimonio entre hombre y mujer, aprovechándose mañosamente del escaso conocimiento jurídico de los periodistas japoneses). Debido a eso, con astucia que sería meritoria de no refrendar la índole de su orden a la PGR, afirma: Respeto plenamente las preferencias sexuales de cualquier persona, así como a las parejas integradas por personas del mismo sexo. ¡Qué hábil! Las respeta siempre y cuando no se les ocurra tener derechos, y oponerse a los dictámenes de los obispos; las respeta siempre y cuando acepten que pueden vivir juntos o juntas, pero no pasear jurídicamente de la mano ante un juez.
Calderón insiste: la demanda de inconstitucionalidad no tiene fines políticos. ¿Qué acción de los gobiernos carece en primera y última instancia de fines políticos? ¿No es un fin político proceder contra los que atentan contra la ley de Dios, a nombre de una falsa argucia jurídica? ¿No es político el igualar a un gobierno con las campañas del episcopado?
Otros expertos en la homofobia, que tan no carece de definiciones en la práctica, que involucra crímenes de odio, dramas familiares, campañas de ridiculización, despidos laborales y ostracismo, son los clérigos católicos, empeñados en ratificar la subhumanidad de los diferentes. Por ejemplo, el jefe de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, el primer obispo de los Legionarios de Cristo y, de seguro, un discípulo fiel del padre Marcial Maciel. Según el prelado (La Jornada, 2 de febrero de 2010), estas uniones no tienen madre y la Iglesia católica no es homofóbica, porque es la única institución que se ocupa de ellos cuando se están muriendo de sida. ¡Qué noble y qué generoso el Legionario! Así que su limosna es la extremaunción.
La Arquidiócesis de Guadalajara, regida por Juan Sandoval Íñiguez, no necesita modificar la Constitución a su gusto. Le basta con decir, a propósito de las adopciones: En tal sentido, entonces deberíamos legalizar todos los asesinatos, el narcotráfico o cualquier otra actividad que ya se hizo común para muchos. ¿Para qué están las leyes? ¿Para tutelar el orden o para ponerse al servicio de lo que sucede en la calle? Ha sido primordial la respuesta crítica de muchísimos intelectuales y juristas de primer orden que señalan para qué no están las leyes: para discriminar, para implantar la intolerancia como en los mejores tiempos del integrismo, para asegurar en donde se quiere vivir en una sociedad abierta y moderna.

Atentamente,
Carlos Monsiváis, Jenaro Villamil y Jesús Ramírez Cuevas
PD: Además, según información de Jesús Aranda, fuentes judiciales explicaron por otra parte que la demanda de la PGR carece de solidez en al menos un tema: el de la adopción, porque la reforma al Código Civil capitalino no incluyó este tema, luego entonces, la dependencia federal no puede demandar la invalidez de una norma que no fue recientemente modificada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario