jueves, 12 de noviembre de 2009

¡ALTO al Feminicidio: sexismo terrorista contra las mujeres!



LAS MUJERES DE NEGRO PASARÁN POR NUESTRO ESTADO EL PRÓXIMO VIERNES 13 DE NOVIEMBRE,

CONVOCAMOS A TODAS LAS ORGANIZACIONES CIVILES Y LAS PERSONAS QUE SE QUIERAN SUMAR A LAS ACTIVIDADES SIGUIENTES:

10 AM LLEGADA DE NUESTRAS COMPAÑERAS A LA CIUDAD DE QUERÉTARO, LAS ESPERAMOS EN LA ENTRADA DE LA CIUDAD DE QUERÉTARO (DONDE ESTA CONIN) PARA IRNOS EN CARAVANA HASTA PLAZA DE ARMAS

10:30 AM MITÍN DE PROTESTA Y RUEDA DE PRENSA. COMPAÑERAS SIGAMOS EN LA LUCHA, DEFENDIENDO NUESTROS DERECHOS Y LOS DE NUESTRAS MUJERES, NI UNA MUERTA MAS EN QUERÉTARO!!!!!! JUSTICIA!!!


12:OO PM BREVE CONFERENCIA IMPARTIDA POR NUESTRAS COMPAÑERAS DE "MUJERES DE NEGRO" EN LA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES DE LA UAQ///COMO ACTO SIMBÓLICO Y REPRESENTATIVO ELABORAREMOS UN MURAL BAJO LA TEMÁTICA DE "MUJERES EN LUCHA" ASÍ QUE SI TIENEN MATERIAL O IDEAS QUE QUIERAN PLASMAR PUEDEN TRAERLO.


SIGAMOS JUNTAS EN LA LUCHA FEMINISTA, POR NUESTRAS HERMANAS, NUESTRAS MADRES, NUESTRAS AMIGAS, POR TODAS LAS MUJERES DE NUESTRO PAÍS.....¡NI UNA MUERTA MÁS!



*FAVOR DE REENVIAR LA INFORMACIÓN A SUS CONTACTOS

Las mujeres queretanas exigimos y denunciamos el feminicidio de María Fernanda Loranca Aguilar, de 17 años de edad, originaria de San Juan Del Río en Querétaro, México.
Exigimos a las autoridades Municipales de San Juan del Río, y al presidente municipal Gustavo Nieto Chávez, y a las autoridades Estatales de Querétaro de Arteaga, y al gobernador José Eduardo Calzada Rovirosa que se esclarezca el crimen, que no quede impune el caso y que se garantice una vida libre de violencia para TODAS las mujeres queretanas.
Los diarios locales señalaron: "La tarde de ayer (28 de octubre de 2009) compañeras y compañeros de la escuela de María Fernanda, de 17 años de edad, se organizaron para buscarla; encontraron su cuerpo en un predio baldío cerca del campo de béisbol en Solares Banthi, en San Juan del Río, Querétaro; su cuerpo presentaba huellas de estrangulamiento así como una herida a la altura del cuello, producida al parecer por arma punzo cortante, además de que el cuerpo estaba recostado boca arriba con su falda levantada y sin ropa interior."

"El cuerpo sin vida de María Fernanda Loranca Aguilar, de 17 años de edad, fue encontrado el jueves 29 de octubre de 2009, después de que el martes 27 del mismo mes no llegara a su casa. Debido a esto, familiares y amigos de la joven, hicieron panfletos para tratar de localizarla, y al no obtener respuesta, acudieron al Ministerio Publico para denunciar la desaparición. Por la tarde, amigos de la joven, localizaron su cuerpo sin vida cerca del campo de beisbol de la comunidad de Solares Benthi y de un arroyo, por donde cruzaba para regresar a su domicilio, con aparentes signos de violación y golpes.”
La manera en que María Fernanda Loranca Aguilar murió es un feminicidio más y muestra cómo ninguna está fuera de peligro, ninguna sabe si el enemigo está en casa. El feminicidio es el asesinato de mujeres por el simple hecho de ser mujer. La violencia ejercida contra las mujeres forma parte de un hecho social y político de enorme impacto y trascendencia, no sólo en México, sino en el mundo entero, como parte de la educación sexista contra las mujeres, y que tiene incidencia también en el abuso a niñas y niños.
Al menos tres mujeres son asesinadas diariamente en el Estado de México, Veracruz, Chiapas, Guerrero, el DF, Chihuahua, Oaxaca, Sonora, Baja California y Morelos, respectivamente. Fuentes no oficiales indican que en los últimos 10 años han sido asesinadas por lo menos 10 mil mujeres en todo el país, muchas de ellas a manos de su pareja.
El feminicidio no debe quedarse sólo en cifras. Debemos denunciarlo como parte de una política de control contra las mujeres. La violencia contra las mujeres es una forma de control social. Además, la crisis económica y la inestabilidad política desatan la violencia y las principales víctimas son las mujeres. (

http://feministagordaypeluda.blogspot.com/2009/10/ali-desiree-cuevas-castrejon-1985-2009.html
)
Queremos que la memoria de Alí Cuevas y María Fernanda Loranca Aguilar, no sean sólo una cifra, como no lo deben ser los asesinatos de mujeres. Queremos que la memoria de Alí Cuevas y María Fernanda Loranca Aguilar no sea una nota más de la prensa sensacionalista, como no lo deben ser los asesinatos de mujeres. Ni cifra, ni nota amarillista.

El feminicidio es un asunto político y social.

Y nos siguen matando…
Por Teresa Mollá Castells
Periodista y feminista en Ontinyent, Valencia, España.

Acabo de leerlo. Ya son dos mujeres más las que han sido asesinadas a manos de su pareja en menos de veinticuatro horas. En ambos casos los asesinos se han suicidado después. Y, de nuevo, me viene a la mente la pancarta que hace unos años portaban las organizaciones feministas en la manifestación del 25 de Noviembre y que decía:”Suicídate antes de matarla”.
Y ya llevamos, en lo que va de año, 61 vidas rotas, sesgadas sólo por el hecho de ser mujeres. Y no es justo.
Nos autodenominamos sociedad moderna, del primer mundo, del bienestar…pero por lo visto todo ese tipo de calificativos sólo sirven para la mitad de la población, para los hombres, por que las mujeres seguimos llevándonos la peor parte, con los malos tratos e incluso la muerte en demasiados casos.
Y es que somos pocas las que no hemos sentido el zarpazo de esta lacra en alguna ocasión en nuestras vidas. Su cara en muy variada y no necesariamente ha de dejar huellas en el cuerpo, pero siempre las deja en el alma.

La máscara que utiliza en demasiados casos es la más sutil, la más amable, la difícil de detectar, pero que se manifiesta en cada situación de desigualdad que persiste en nuestra sociedad.
La semana pasada leía en un periódico regional una noticia que hablaba que el 84% de las mujeres presas han sufrido malos tratos físicos o sexuales. Son datos escalofriantes, pero al mismo tiempo, oficiales, puesto que los dio la subdirectora general adjunta de Tratamiento y Gestión de la secretaria general de Instituciones Penitenciarias de Ministerio de Interior.
Aunque afortunadamente tenemos legislación en esta materia y es todavía reciente, tendremos que reivindicar otras medidas que, aunque tengan una efectividad a más largo plazo, pongan la base de una nueva estructura social. Estoy hablando de los elementos que nos socializan como personas y que nos transmiten valores.
Y estos elementos tienen un claro componente androcéntrico que sigue predicando, de forma sutil pero continuada, toda una batería de mensajes en donde se sigue dando supremacía a los hombres sobre las mujeres. Y que a las mujeres nos siguen “cosificando” y utilizando como moneda de cambio en demasiados casos.
Por supuesto estoy hablando de la familia, la escuela, los medios de comunicación y por supuesto las religiones. Estos elementos por las que todas y todos en algún momento de nuestras vidas, nos están bombardeando continuamente con mensajes sobre la supremacía de los hombres en un mundo creado para sus necesidades y con sus propios privilegios heredados a lo largo de la historia de la humanidad.
Mientras no seamos conscientes que somos, todas las personas, transmisoras de valores cargados de desigualdad, no podremos actuar primero como personas y después como sociedad que pretende ser igualitaria.

Mientras las grandes religiones monoteístas no modifiquen su discurso (y lo veo prácticamente imposible) y tengan un discurso con mayor equidad en el trato que dan a sus personajes más relevantes, no avanzaremos hacia una verdadera democracia en donde realmente todas las personas seamos iguales.
Y en la escuela hay que trabajar tanto con el alumnado como con el personal docente para que sean conscientes que no solo enseñan lo que aparece en el currículo, sino que también trasladan toda una serie de valores que siguen sin tener nada de igualitarios y, por tanto se reproducen y se reproducirán en un futuro los mismos esquemas que ahora denunciamos cada vez que se produce algún asesinato de alguna mujer.
Y qué decir de los medios de comunicación que hacen pervivir los estereotipos, los modos, las modas y que además los potencia porque son lucrativos. Y son lucrativos porque la igualdad real entre mujeres y hombres no interesa, porque no es rentable dejar de vender suplementos femeninos que reproducen patrones claramente distinguibles a años luz, por ejemplo.
A veces me pregunto en qué medida el silencio personal cada vez que hay una mujer asesinada, nos hace cómplices de su muerte.
Pero la muerte, como decía antes, es el último escalón que recorre al víctima, puesto que hasta llegar a ese terrible momento seguramente habré tenido una vida llena de calamidades que la habrá hecho sentir infeliz durante mucho tiempo.
Y es que parece que sólo los asesinatos nos despierten las consciencias y perdemos de vista que los millones de rostros que utiliza el patriarcado para maltratarnos, en demasiadas ocasiones viene disfrazado de una sonrisa cordial y afable.
Necesitamos cuestionar el actual sistema social, para poder, después desmontar todas las partes que nos hacen daño, que nos matan, que nos tratan como inferiores.

Y por supuesto, tenemos que seguir siendo la voz de todas aquellas a quienes se la han arrebatado. La voz de las asesinadas por unos terroristas que, además decían amarlas.

¡Suicídate antes de matarla!

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